Efectos de las temperaturas bajas en el hormigón
Las temperaturas bajas repercuten directamente en el desarrollo de resistencias del hormigón y en su comportamiento en obra.
Debido a que la reacción química del cemento con el agua es un proceso exotérmico, la temperatura ambiente baja retarda el tiempo de fraguado del hormigón, así como también su endurecimiento. Por consiguiente, esto generará lentitud en el desarrollo de la resistencia del hormigón en las primeras edades (de 1 a 7 días), lo que repercutirá en demoras en las operaciones de acabado y desencofrado.
Cuando la temperatura del hormigón esté por debajo de los 10°C puede haber un retardo leve en el desarrollo de resistencias.
Si estuviera por debajo de los 5°C, se podría presentar una situación crítica en el fraguado y la resistencia del hormigón.
Estas situaciones obligan tomar determinadas precauciones durante los procesos de colocación, curado y protección del hormigón.
Recomendaciones
– Evitar hormigonar cuando la temperatura ambiente sea inferior a 5° C
– Evitar largas demoras de los mixers en obra
– Usar encofrados de madera gruesa o isotérmica dobles. No usar encofrados metálicos, salvo que se disponga de un sistema de calentamiento de los mismos
– Colocar elementos generadores de calor
– Proteger las superficies expuestas del hormigón fresco contra el frio y la desecación, cubriéndolas con pliegos de polietileno, lonas, papel, filtros, etc.
Buenas prácticas
Los materiales y equipos necesarios para proteger el hormigón se deben utilizar desde el inicio de la colocación, generando así las condiciones necesarias para el adecuado desarrollo de resistencias.
Las buenas prácticas de colocación de hormigón ante temperaturas ambiente bajas descriptas anteriormente deben ser planificadas ya que de ellas depende la durabilidad del hormigón. El hormigón puede ser colocado, acabado y curado en condiciones de clima frío, cuando se lleven acabo acciones necesarias para garantizar el éxito.